EL ARTISTA

JAVIER
TRELIS

El afán de conocimiento multidisciplinar, a la manera de los humanistas del Renacimiento italiano,

es la espoleta que dispara a Javier Trelis cuando se pone ante una superficie fabricada con tablas de chopo para pintar sus sanguinas y pasteles. La textura de la madera, con sus nudos, es idónea para que sus dibujos de temática étnica, anatómica, y de naturaleza, adquieran vida propia. Son como una ventana al mundo exterior por la que se observa un detalle, un momento único e inimitable

La luz natural orienta la mirada interior de Javier Trelis y es también aquella con la que se siente más a gusto, tanto en el estudio como en plena naturaleza, camuflado en el paisaje. La naturaleza, según Javier, es la mejor maestra del arte

De formación esencialmente autodidacta, Javier Trelis estudió un par de años en la escuela de Artes y Oficios de Alcoy cuando era niño. De aquella época recuerda la sensación que le produjeron los pasillos de la Escuela, repletos de esculturas y pinturas que, algún día, se dijo a sí mismo, podría hacer él , no sin antes encontrar su cauce de expresión, su estilo propio.



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